No hace muchos años… y esto lo digo por que aun todos son chiquitillos…
Una historia imprescindible en el corazón de Zoatecpan…
Por primera vez, llego “el circo”.
CIRCO, MAROMA y CHANGOOOOOOO…
Y que comience la fiesta…
Comenzaron a reunirse las niñas y los niños y a imaginar quien sería quien… quien el mago y quien el presentador, quien el león y quien el conejo, quien el elefante y quien el caballo, quien la mariposa y quien la luciérnaga, quien el malabarista y quien la paloma …
Y así decidiendo cada quien es cada cual …
todos corrieron por pedazos de tela, por alambres, cartones, palitos, papel, plástico, totomoxtli, y también por … más y más amigos.
Días y días, noches, tardes y mañanas, en recreo y después de la comida…se preparaban para dar la función…
Todos comenzaron a convertirse en los integrantes de un gran circo. Transformaciones increíbles de niñ@s a magos, animales y a ilusionistas. Y sin saber como ni cuando ya tenían listos sus vestuarios… el totomoxtli era una increíble cabellera de un león, los pedazos de cartón de colores cubrían las naricitas, increíble pero también ya eran todos unos payasos expertos, ya estaba el malabarista que dominaba tres pelotas, y la caballita que podía dar marometas casi a la velocidad de una estrella fugaz, el mago de su varita mágica encantaba perros, la paloma volaba por todos los maizales y la iguana trepaba al techo para anunciar, bienvenidos niñas y niños está es la tercera llamada, tercera llamada…
COMENZAMOS…
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